Probablemente el objetivo número 96 de mi lista de cosas que hacer antes de morir sea de los más importantes, el más valiente y el más generoso.
Ayer, realicé mi primera donación de sangre, la primera de muchas.
A mí nunca me ha dado miedo la sangre, ni me han impresionado las agujas, es más, suelo mirar porque la curiosidad me puede, por lo que pensé que esta vez iba a ser como otro pinchacito cualquiera.
Sin embargo, conforme se iba acercando el momento en el que me tocaba donar, sentía más miedo e impresión.
No voy a olvidar las palabras de calma que me regaló uno de los enfermeros allí presentes, el cual llevaba ya 96 donaciones realizadas (¿casualidad que sea el mismo número del puesto en el que está este objetivo en mi lista?).
La verdad es que me emocionó muchísimo lo que me dijo, y como no, por culpa de mi sensiblería por poca se me escapa una lagrimilla.
Os animo, bloggers, a que donéis sangre, porque no hay acto más generoso, donamos algo que no nos sobra a alguien que realmente lo necesita, salvamos vidas indirectamente, y es algo que a mí me ha llenado más de lo que creía.
Así que, concluyo diciendo que merece la pena aguantar el pinchazo si mientras piensas que con ello estás ayudando a muchas personas.
Vamooooos todos a donar, venga!
Ayer, realicé mi primera donación de sangre, la primera de muchas.
A mí nunca me ha dado miedo la sangre, ni me han impresionado las agujas, es más, suelo mirar porque la curiosidad me puede, por lo que pensé que esta vez iba a ser como otro pinchacito cualquiera.
Sin embargo, conforme se iba acercando el momento en el que me tocaba donar, sentía más miedo e impresión.
No voy a olvidar las palabras de calma que me regaló uno de los enfermeros allí presentes, el cual llevaba ya 96 donaciones realizadas (¿casualidad que sea el mismo número del puesto en el que está este objetivo en mi lista?).
La verdad es que me emocionó muchísimo lo que me dijo, y como no, por culpa de mi sensiblería por poca se me escapa una lagrimilla.
Os animo, bloggers, a que donéis sangre, porque no hay acto más generoso, donamos algo que no nos sobra a alguien que realmente lo necesita, salvamos vidas indirectamente, y es algo que a mí me ha llenado más de lo que creía.
Así que, concluyo diciendo que merece la pena aguantar el pinchazo si mientras piensas que con ello estás ayudando a muchas personas.
Vamooooos todos a donar, venga!