El mundo está dividido entre personas que creen en el destino y personas que creen en las decisiones que tomamos.
De cualquier modo, tu destino o decisión te ha traído a este pequeño rincón marcado por un estigma donde las reflexiones y los sentimientos son protagonistas.
Bienvenido al blog de una chica estigmada, una chica extremista e indecisa, sumisa de la música, las emociones y demás placeres de la vida.
Bienvenido a este desorden emocional, mi mente.







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lunes, 22 de abril de 2013

Reflejo turbado.



Abro los ojos tras una larga y profunda cita con Morfeo.

Aparentemente es un día cualquiera de invierno. El Sol, débil, hace el intento de colarse entre las rendijas de las persianas invadiendo así la intensa oscuridad de mi habitación.

Estoy tan a gusto en mi cama, libre de complejos y miedos, protegida por el dios griego del sueño de este mundo tan cruel que me rodea y desprecia.

Ya es tarde, es casi la hora de comer. Me levanto y me dispongo a vestirme tras media hora escogiendo  la ropa que me voy a poner, pero toda me queda mal. Me coloco frente al espejo, deshaciéndome lentamente del cálido y confortable pijama.

De repente los miedos y complejos me empiezan a acosar. El espejo empieza a mirarme con cara de asco y repugnancia como cada día. Le digo que deje de mirarme así, pero hace caso omiso a mis órdenes, solo habla y habla. De su boca solo salen palabras de desprecio hacia mí, y su mirada no hace más que recorrer mi horrible cuerpo.

Me siento incómoda, desamparada… Morfeo me ha abandonado, me ha dejado sola frente al espejo, que no deja ni por un segundo hacerme sentir mal. Las lágrimas invaden mis mejillas a la par que él continúa con sus miradas llenas de detestación y asco, y comienza a llorar también.

¿Es que se está riendo de mí? ¿Es que le doy pena? ¿Por qué llora él?

“Te odio” le digo. Él también me odia, me lo ha dicho, me lo repite continuamente, y muchas veces he pensado en alejarme de él pero es el único en el que puedo confiar, es el único que me echa en cara cómo soy realmente, y sé que no me miente, pero estoy harta, harta de él y harta de mí, damos asco, somos tan iguales, tan horribles y repugnantes. Sé que es el único que me entiende.

Tanto odio y miedo creado por la sociedad nos mete tanta presión que el espejo ha acabado por desmoronarse por el suelo de mi habitación, convirtiéndose así en miles de pequeños cristalitos con miles de defectos.

Se encuentra muy débil, pero aún estando en tales pésimas circunstancias, sigue estando conmigo.

Comienza a llorar a la vez que me acaricia el brazo con uno de sus pequeños y afilados cristales, con sus tantos complejos y miradas de desprecio. Siento como cada vez me acaricia más fuerte y comienza a brotar de mí un sufrimiento al rojo vivo, un sufrimiento que nunca antes había conocido y me voy sintiendo cada vez más débil, tan débil como se encuentra el espejo en estos momentos.
El suelo de mi habitación está cada vez más lleno de sufrimiento, y mis ojos ya no pueden aguantar más, siento como los párpados me pesan, y voy cayendo lentamente entre tantos cristales bañados en rojo dolor.

Morfeo se acerca, me dice que esté tranquila, que ya este odio y desprecio ha acabado, me agarra y acurrucándome entre sus brazos promete cuidarme para siempre.


Hola bloggers!
Espero que os haya gustado este relato corto que escribí y presenté hace unos meses en un concurso de relatos. Tengo la buena noticia de deciros que he sido premiada con el segundo premio gracias a esta escueta historia escrita un fin de semana a altas horas de la madrugada desde mi móvil. 
Doy gracias a mi insomnio, a mi blackberry por portarse bien y dejarme escribir esa noche sin quedarse pillada como de costumbre, y sobre todo agradezco mucho el apoyo de las pocas personas a las que les enseñé este relato y sin dudarlo creyeron en que iba a ser una de las premiadas.

P.D: Gracias también a vosotros, bloggers,por animarme con vuestras visitas a seguir escribiendo aquí.



domingo, 7 de abril de 2013

Recomendación #2 Oportunidades.

Las oportunidades hay que saber aprovecharlas, sin miedo a lo que pueda pasar.

Tras  esta escueta introducción, os dejo con este cortometraje llamado "Señales" u originalmente "Sings", el cual me ha hecho pensar varias cosas como por ejemplo el tema de las oportunidades.
No solo en el amor, como es el caso de este vídeo, si no en el trabajo, en los estudios y en muchos otros ámbitos en los que no deberíamos dejar pasar oportunidades que puede que no se repitan nunca.

A parte me ha parecido verdaderamente original y única la forma en la que los protagonistas comienzan a conocerse, así que espero que os guste el corto.



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